Sin embargo también han caído en la poda funcionarios «inocentes» de carrera administrativa que habían votado por «Fico»

Con la llegada de John Maya Salazar como gerente de EPM en enero de 2024 presuntamente se abrieron buenas expectativas para que regresara el manejo idóneo y profesional de la entidad, que durante cuatro años de alcaldía de Daniel Quintero se había gerenciado con politiquería y amiguismos. El paso anterior de Maya Salazar en la gerencia de EPM había dejado buena imagen y la postura de la mayoría de los empleados con su nombramiento era altamente positiva.
Algo habitualmente normal que hacen las nuevas administraciones es cambiar a los altos funcionarios y a los empleados que están en cargos de libre nombramiento y remoción. Esto, por supuesto, fue una etapa fundamental en la nueva gerencia de Maya Salazar, teniendo en cuenta la pésima imagen y mala gestión del alcalde anterior Daniel Quintero. Auscultando perfiles de empleados también se conocieron viejos funcionarios, específicamente en el área de Comunicaciones, que pese a estar por carrera administrativa, se habían convertido en fichas de la «nefasta» izquierda.
Sin embargo, CONTACTO ORIENTE pudo conocer excesos y extralimitaciones en la política de «poda anti-quinterista» que se llevó por delante a decenas de empleados «inocentes» de carrera administrativa que en nada simpatizaban con el alcalde anterior y, es más, votaron y apoyaron la elección del alcalde Federico Gutiérrez.
Es el caso de Juan y María, dos funcionarios claves durante décadas en EPM, que habían ingresado por carrera administrativa, y eran un «lujo» para la Entidad. Sorpresivamente recibieron sus cartas de despido a mediados de 2024. Sus compañeros y el entorno general de la Empresa quedó en shock porque se trataba de dos personas altamente calificadas, solucionadores de crisis tecnológicas en la Empresa y, lo más absurdo, simpatizantes de «Fico» y su nuevo gerente.

A John Maya Salazar se le fue la mano. Y como a Juan y María, también despidió a otros empleados neutrales que están lejos de la politiquería y de los manejos revanchistas de los políticos de turno. Para ellos resultó peor el remedio que la enfermedad y la frustración con todos los políticos de todas las corrientes se hizo evidente.
A mediados de diciembre de 2022 EPM denunció ser víctima de un ataque cibernético en su plataforma tecnológica, el cual afectó, entre otros procesos, la modalidad de energía y agua prepago. Paradójicamente los despedidos Juan y María fueron claves en la solución de esta coyuntura. Pasaron días enteros con sus equipos de trabajo solucionando el ataque y retomando paulinamente la normalidad en el servicio. Empleados reconocen que el papel de ambos garantizó la solución al problema que, sin ellos, se hubiera complicado más.
El pobre VP «quinterista» de Innovación y Nuevos Negocios, Darío Amar, estaba que cogía monte arriba con ese problema, entre otras, porque era el típico funcionario de plastilina que estaba ahí porque sí y no tenía idea de soluciones ni de gestión (esto lo sabían todos en EPM). Prácticamente le «salvaron la vida» estos dos funcionarios Juan y María, que se convirtieron en eminencias dentro de la Empresa.
No obstante, fuentes dentro de la Dirección de Ciberseguridad de EPM informaron que Amar, de manera sucia, hizo un informe amañado de la situación señalando que fue Él quien gestionó la solución del problema y ensuciando a Juan y María (típico de un inepto que quiere quedar bien a costa de los verdaderos gestores). Hoy en día, en los pasillos de la Entidad hay indignación porque el nuevo gerente, tan «capaz y brillante», le dio crédito a un informe amañado de un «Quinterista» mediocre y no a la hoja de vida, trayectoria, logros y profesionalismo, de dos empleados claves por años (mucho antes de Quintero) en la Dirección de Ciberseguridad. Lo más insólito, Juan y María eran anti-quinteristas que les tocó trabajar con uno de ellos, pero que incluso hicieron campaña por Federico Gutiérrez sin sospechar lo que se les venía gracias a su nuevo gerente.
Esta insólita historia le pasó a otros tantos empleados que cayeron en la «poda anti-quinterista» sin tener «velas en el entierro». Política revanchista que dejó a funcionarios realmente independientes como victimas de una guerra fría en la que nada tienen que ver.
Así es! Puedo dar fe de lo dicho en esta publicación… muchas víctimas de una administración revanchista, solapada y de doble moral como la actual.